La Masonería en Colombia y Medellín: Una visión al pasado y la historia

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La masonería es una de las organizaciones fraternales más antiguas y enigmáticas del mundo, con una historia que abarca siglos y continentes. En América Latina, la masonería ha sido mucho más que una sociedad secreta: ha sido una fuerza influyente en los procesos de independencia, en la construcción de Estados modernos y en el impulso de reformas sociales y políticas desde los conceptos de la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad. En Colombia, y en particular en la región de Antioquia y su capital Medellín, la masonería ha dejado una marca indeleble que atraviesa la historia política, cultural y social con un impacto profundo en su desarrollo.


Así y si bien, la masonería moderna nace en Europa, emergiendo de las asociaciones de canteros y constructores medievales hacia finales del siglo XVI y comienzos del XVII. Su transformación en una fraternidad especulativa, dedicada a la reflexión filosófica y moral, ocurre en el contexto de la Ilustración europea, esa que pone en el centro de la mirada al ser humano en su continuo proceso de aprendizaje y construcción interna para impactar en lo externo , en la transformación y progreso de la sociedad en general. En 1717, la fundación de la Gran Logia de Inglaterra marca un hito para la organización y expansión de esta institución y su desarrollo en el mundo.

La masonería simboliza de esta forma, la construcción de la humanidad a partir de valores universales: libertad, igualdad, fraternidad, tolerancia y búsqueda del conocimiento. A través de rituales y símbolos ligados a la arquitectura y a la construcción, se promueve la idea de que cada persona es una "piedra" que, al ser pulida, contribuye a la edificación de una sociedad mejor, esa tan necesaria en un mundo en el que la luz debe iluminar la oscuridad.


Fue en este nuevo enfoque especulativo en donde la masonería vio como se produjo una atracción de intelectuales, políticos y reformadores, y jugó un papel crucial en los movimientos revolucionarios que transformaron Europa y América, entre ellos la Revolución Francesa y las guerras de independencia hispanoamericanas, de las que Colombia no fue ajena con una vinculación muy directa de la masonería en ese proceso. La influencia de la masonería llegó a Colombia a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, vinculada con la llegada de ideas ilustradas y liberales que incentivaron los procesos independentistas contra el dominio español. Figuras destacadas de la independencia colombiana, como Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar, se relacionaron con logias masónicas o fueron influenciados por sus principios, elementos presentes en la propia constitución del país y en las declaraciones que estos líderes y otros llevarían a cabo.


Pero dentro de Colombia, Antioquia, con su carácter comercial y agrícola, fue un territorio con una presencia activa de la masonería, no por menos era un territorio en plena transformación. Medellín, su capital, se perfilaba así  como un centro económico emergente, y su clase media creciente buscaba espacios donde pensar y organizar la sociedad que deseaban construir. La masonería llegó a esta ciudad en ese contexto, convirtiéndose en un vehículo para articular una élite que se identificaba con los ideales liberales y modernizadores.


Hacia 1860, Medellín vio la fundación de sus primeras logias masónicas, en medio de un ambiente marcado por la tensión entre el liberalismo y el conservadurismo que dominaba la política nacional. Las logias “La Unión” y “La Estrella de Antioquia” fueron pioneras en la región, agrupando profesionales, comerciantes y funcionarios que tenían en común la aspiración de progreso social y educativo. Estos espacios no solo eran de reunión sino centros donde se gestaban ideas que tendrían impacto en la política local, de aquí surgirían personalidades como   Pedro Justo Berrío (1827-1900), gobernador de Antioquia y una de las figuras políticas más importantes del siglo XIX en la región impulsándose bajo su gobierno reformas en educación y modernización administrativa. Jesús María Palacio: Periodista y político, activo promotor de las ideas liberales y miembro destacado de las logias de la región o  Antonio Uribe de Bedout, intelectual y fundador de logias, quien promovió la educación y el progreso cultural en Medellín.


Pero si algo debemos destacar, es que la masonería en Medellín se caracterizó por promover la educación laica, la libertad de pensamiento y la igualdad ciudadana, valores que chocaban con la fuerte influencia del clero y los sectores conservadores que dominaban Antioquia y que sembraron en la población la idea negativa de la masonería como un elemento oscuro o negativo para la fe cristiana. El auge de la masonería en Medellín se produjo  así en un entorno social dominado por la Iglesia Católica, que tenía una influencia profunda y directa sobre la vida política, educativa y cultural de Antioquia. El carácter laico y liberal de la masonería chocaba con los valores y el poder de la Iglesia, lo que generó conflictos y persecuciones permanentes hacía los masones del territorio. Así, durante la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del XX, la masonería fue vista como una amenaza por los sectores conservadores, acusándola de anticlericalismo y conspiración, e incluso en algunos momentos, se desataron campañas públicas y restricciones legales contra masones, quienes debían operar con discreción para evitar represalias.


Esta tensión, sin embargo, no logró detener la expansión de la masonería, que siguió siendo un espacio para la promoción de reformas sociales y el pensamiento crítico. Podemos decir por ello, que eso no redujo su impacto político, así como un profundo efecto en la cultura y la educación de Antioquia. Fue promotora  no por menos de la creación de escuelas, bibliotecas y centros culturales que abrieron espacios para la educación laica y el acceso al conocimiento logrando el progreso de la región y el impulso de muchos de los procesos de desarrollo empresarial, cultural y social del territorio hasta convertirlo en lo que es hoy una referencia en el país. Las logias sirvieron por ello como puntos de encuentro para intelectuales y artistas, fomentando el debate filosófico y la creación literaria y artística. La masonería ayudó a consolidar una identidad regional que valoraba el progreso y el conocimiento como motores del desarrollo social.


El siglo XX trajo grandes desafíos y cambios para la masonería. Entre guerras mundiales, dictaduras y la consolidación de la democracia, la masonería debió adaptarse a un entorno que en el país no paso desapercibido. En épocas de regímenes autoritarios, algunos masones fueron perseguidos o censurados, pero la institución sobrevivió gracias a su estructura discreta y su compromiso con los valores democráticos En la segunda mitad del siglo, la masonería participó activamente en movimientos por la paz, los derechos humanos y la justicia social, adaptando su discurso a los tiempos y reafirmando su función como espacio de reflexión ética y compromiso social frente  a los conflictos que azotaron el territorio, aún desde la discreción más absoluta pero la influencia más determinante.


Hoy, en la actualidad, la masonería en Medellín y Antioquia enfrenta un contexto muy distinto. La globalización, el acceso masivo a la información y una sociedad cada vez más plural y diversa exigen a la masonería replantear su rol y formas de interacción con la sociedad. Aunque la discreción sigue siendo un valor, muchas logias han abierto canales de comunicación y participan en actividades filantrópicas, educativas y culturales. La masonería contemporánea en Medellín trabaja por mantener vigentes sus principios de libertad, igualdad y fraternidad, abordando temas actuales como la defensa de los derechos humanos, la inclusión social y la promoción de la paz.

En conclusión, podemos decir que la masonería en Medellín y Antioquia es mucho más que una sociedad secreta: es un fenómeno histórico y social que ha influido profundamente en la construcción de la identidad y el progreso regional. Desde su llegada en el siglo XIX, la masonería ha sido un espacio para la reflexión, la organización política y la promoción de valores fundamentales que han contribuido a la modernización de la sociedad.


Por ello, a pesar de las tensiones y dificultades, la masonería se ha mantenido activa y relevante, adaptándose a los tiempos y promoviendo una visión de sociedad basada en la igualdad, la libertad y la fraternidad. Su historia es un testimonio vivo del papel que las ideas y las redes sociales pueden tener en la transformación de un territorio y su gente, algo que en Medellín y Antioquía así como Colombia está hoy muy presente.

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