Los rostros del liderazgo emprendedor: referentes latinoamericanos que marcan la ruta

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Durante décadas, América Latina fue vista como un mercado emergente más, atractivo por su tamaño pero rezagado en innovación. Sin embargo, en los últimos diez años, el continente ha demostrado que puede crear unicornios —startups valoradas en más de mil millones de dólares— y exportar talento tecnológico al mundo.

Este despertar no es casual: responde a una generación de líderes que rompió con los moldes tradicionales. Jóvenes que dejaron la comodidad de empleos corporativos para fundar startups arriesgadas, que aprendieron a negociar con fondos de inversión en Silicon Valley y que apostaron por resolver problemas locales con soluciones globales.


David Vélez y el fenómeno Nubank

En Brasil, David Vélez se convirtió en símbolo de un nuevo liderazgo. Con la creación de Nubank, decidió enfrentar a los bancos tradicionales que por décadas monopolizaron los servicios financieros. Su estilo de liderazgo se basa en la inclusión y la confianza: diseñar servicios simples, transparentes y accesibles para millones de latinoamericanos excluidos del sistema bancario.

Hoy, Nubank no solo es el banco digital más grande del mundo fuera de Asia, sino también una empresa que inspira a otros emprendedores a desafiar gigantes. El liderazgo de Vélez combina visión global con sensibilidad local: un colombiano que en Brasil construyó un proyecto con impacto continental.


Simón Borrero y el imperio Rappi

En Colombia, Simón Borrero lidera Rappi, una plataforma que comenzó como aplicación de domicilios y hoy es un ecosistema digital que conecta pagos, banca y comercio electrónico. Su estilo de liderazgo es osado, de alto riesgo y velocidad.

Borrero encarna la figura del líder que no teme equivocarse y que apuesta por escalar rápido. Rappi, pese a controversias laborales, ha mostrado la capacidad de un emprendimiento latinoamericano de competir en múltiples mercados a la vez. Su visión refleja una mentalidad global que aún es poco común en el continente.


Marcos Galperin y Mercado Libre: el veterano innovador

En Argentina, Marcos Galperin fundó Mercado Libre a finales de los noventa, cuando pocos creían que el comercio electrónico tendría futuro en la región. Hoy, su liderazgo se reconoce como pionero: logró consolidar una empresa con ADN latinoamericano que compite directamente con Amazon en algunos mercados.

Galperin representa un liderazgo más maduro, que supo resistir crisis económicas argentinas, enfrentar regulaciones adversas y reinventar su compañía hacia los servicios financieros digitales. Su resiliencia lo convierte en referente para nuevas generaciones.


Daniel Undurraga y Juan Pablo Cuevas con Cornershop

Desde Chile, Daniel Undurraga y Juan Pablo Cuevas crearon Cornershop, una app de compras de supermercado que llamó la atención de Uber, empresa que terminó adquiriéndola. Su liderazgo muestra otra cara del emprendimiento: el de equipos complementarios, donde la confianza entre fundadores es clave.

Ambos representan la capacidad de emprendedores chilenos de pensar globalmente, diseñando un producto escalable y atractivo para corporaciones internacionales. Su historia refleja cómo el liderazgo compartido también puede ser exitoso en el mundo startup.


Felipe Chávez y Kavak: la disrupción en autos usados

En México, Felipe Chávez fundó Kavak, un marketplace de autos usados que revolucionó un sector plagado de informalidad y desconfianza. Su liderazgo se basa en identificar problemas reales de la clase media y darles soluciones tecnológicas que generen confianza y seguridad.

Kavak se convirtió en unicornio en tiempo récord, y su crecimiento refleja el poder de un liderazgo enfocado en resolver necesidades concretas con eficiencia tecnológica.


Características comunes de los líderes startup latinoamericanos

Aunque sus estilos varían, estos líderes comparten rasgos que definen el nuevo liderazgo regional:

  • Visión global: piensan en mercados internacionales desde el inicio.
  • Resiliencia: aprendieron a sobrevivir a crisis económicas, cambios regulatorios y escepticismo local.
  • Capacidad de atraer talento: convencen a jóvenes brillantes de trabajar por un propósito.
  • Conexión con lo local: pese a su alcance global, todos responden a necesidades específicas de los latinoamericanos.


El liderazgo de estas startups genera impactos profundos en la región, Inclusión financiera para millones de personas. Empleo juvenil en sectores tecnológicos. Cambios culturales hacia la digitalización. Inspiración para nuevas generaciones que ven en los emprendedores un modelo alternativo al del político tradicional.

En Latinoamérica se presentan desafíos y retos en el direccionamiento y liderazgo como lo son 

  • Falta de capital de riesgo local: dependen en gran medida de inversionistas extranjeros.
  • Brechas de talento: no siempre hay suficiente formación tecnológica en la región.
  • Regulaciones rígidas: muchos gobiernos aún no saben cómo regular startups.
  • Desigualdad: existe el riesgo de que las startups atiendan solo a sectores privilegiados.

A diferencia de líderes de startups en Silicon Valley, los latinoamericanos deben lidiar con mayor incertidumbre económica y menor acceso a capital. Esto los vuelve más creativos, más adaptativos y con un sentido de urgencia constante.

El liderazgo emprendedor latinoamericano es, en cierto modo, más arriesgado y resiliente. Donde un estadounidense ve un fracaso como tropiezo, un latinoamericano lo ve como prueba de supervivencia.


Los líderes de startups en América Latina están marcando una ruta inédita. Son jóvenes que combinan visión global con compromiso local, que arriesgan y escalan a una velocidad sorprendente, y que están redefiniendo qué significa liderar en un continente históricamente rezagado en innovación.


La historia de Vélez, Borrero, Galperin, Undurraga, Cuevas o Chávez demuestra que la región ya no solo exporta materias primas o talento humano, sino también modelos de liderazgo que impactan a nivel global.

El reto para los próximos años será consolidar estos liderazgos en un ecosistema más inclusivo, sostenible y capaz de enfrentar los grandes desafíos latinoamericanos: la desigualdad, la informalidad laboral y la crisis climática.


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